Trenzadora en constante formación hace aproximadamente 5 años. Empecé trenzandome a mi misma, luego a mis amigas, despues a otras personas a "la gorra" y por fin un dia le puse precio a mi trabajo. Jamás imaginé vivir de lo que amo, ni tampoco creí amar alguna vez las trenzas como lo hago ahora. Es arte puro que brota de mis manos y puede brotar de las manos de quien sea mientras se haga con amor y la energía fluya por esos caminos.